CUIDA EL LENGUAJE
Una conversación fluida pasa por usar palabras claras y poner ejemplos y sugerencias sin imponer criterios. Los ataques verbales, las palabras malsonantes y las críticas personales actuarán siempre en contra.
TÓMATE UN RESPIRO
Si aparece el nerviosismo o se nos plantean puntos de vista encontrados, démonos un descanso y comprometámonos a terminar la conversación en otro momento. Dejar un conflicto sin resolver invita a las malas interpretaciones y a mantener abiertas las heridas.
RESPETA EL DESACUERDO
Interrumpir al otro para dar nuestros argumentos no nos da la razón, solo demuestra que somos poco considerados. Una prueba de madurez es entener que podemos estar en desacuerdo sin dejar de respetarnos. Saber escuchar es tan importante cono expresar lo que sentimos.
Mente Sana
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