Decálogo de La
Serenidad
1.
Serenidad es calma interior, sosiego, estabilidad de ánimo, dominio de uno
mismo. La serenidad proporciona una fuerte energía vital.
2. La
serenidad no es apatía, impasibilidad o dejadez.
3. La
persona serena huye del activismo, es decir del afán de hacer mucho, pero sin
dirección y sentido. Tampoco se deja llevar por la precipitación y los impulsos.
Actúa después de pensar.
4. La
serenidad va de la mano de la ponderación y de la objetividad. No
hace tragedia de pequeños sucesos negativos. No dramatiza. Mira los sucesos con
realismo, con ánimo positivo.
5. La
persona serena conserva la calma sin desesperarse ni desanimarse. Enfrenta los
problemas uno a uno, estudiando a fondo cada asunto y tomando alguna decisión.
Después actúa con prontitud; de esa forma van desapareciendo los
problemas.
6.
Conviene dominar los sentimientos, lo cual supone encauzarlos y expresarlos
debidamente. Cuando no es así, perdemos el control de las decisiones y de las
acciones.
7. La
ira y el rencor desestabilizan el corazón y producen amargura. Si no se corta a
tiempo aparecerá el odio, pasión que daña al ser humano.
8. “Dame
Señor la dicha y yo me encargaré de ser ecuánime”, decía Tagore. Alegría
interior, serenidad y ecuanimidad suelen ir unidas.
9.
Serenidad para reprender. Serenidad al tomar decisiones complejas. Serenidad
ante la
injusticia. Serenidad , especialmente, en momentos
difíciles.
10. En
últimas, la serenidad proviene de confiar en Dios, que nunca abandona a quien
confía en el.
C.Interior
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada