dilluns, 29 d’abril del 2013







A veces no estamos todo lo bien que pudiéramos estar, porque le damos una importancia exagerada a lo que nos afecta el entorno.
Claro que afecta, pero no debemos olvidar que ante eso, la fuerza mayor la tenemos nosotros.
La causa-efecto, no varía. Estamos en una posición de la vida donde poca variación experimentará nuestra forma de ser, actuar y pensar.
Y es en este último verbo, donde radica algo realmente importante, que depende de nosotros la relatividad que cada cosa pueda poseer. Como no pensar con tanta insistencia en aquello que nos minora como personas y sí hacerlo en las otras que nos ayudan a avanzar feliz y tranquilamente.
Sin olvidar que necesitamos de los demás, pero confiando más y mejor en uno mismo.
Pensar qué me dijo, qué no me dijo, qué hizo o qué no me hizo, etc....
Nos asombraríamos de nuestra capacidad para cambiar qué elementos nos afecta y cuáles no, cuando vemos que la solución ideal y de satisfacción pasa principalmente por uno mismo.

Crecimiento Interior

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada