Una facilidad para desconectarse y reconectarse.
Una habilidad para la experimentación.
Un picarle el aguijón de la curiosidad.
Un aventurarse a explorar.
Un captar las sincronicidades.
Un dejarse guiar por el azar.
Un permitir desconcentrarse.
Un seguir la propia intuición.
Un abandonar el “yo pienso que tú piensas”.
Un ponerle zancadillas a la convencida razón.
Un dar virajes.
Un descreer de las certezas.
Un espantar el espíritu de la pesadez.
Un cambiar de cassette mental.
Una incitación a practicar el arte del ocio.
Un sintonizarse con los imprevistos.
Un escapar de la prisión rutinaria.
Un no programarse.
Un fluir como el río.
Un no tomarse demasiado en serio.
Un disfrutar los cambios de última hora.
Un aprovechar lo accidental un “purgarse” de su propia normalidad.
Un dejarse desprogramar.
Una habilidad de estar en los márgenes.
Un asumir riesgos.
Un despercudirse de la psico-rigidez.
Un tomarlo con calma.
Un dejar de atribuirse cosas.
Un crear excedentes de realidad.
Un escabullirse de los rodillos niveladores.
Un tolerar imperfecciones.
Un descubrir las riquezas de la incertidumbre.
Un compartir las fechorías de duedecillos traviesos.
Un continuo cambiar de piel.
Un cultivar lo paradójico, un ayuno de negatividad.
Un cambiar el color del cristal con que se miran las cosas.
Un no darse importancia.
Un prevenir la arterio-esclerosis psicológica.
Un no dejarse programar.
Un mermarle al asunto.
Un escuchar las susurrantes vocecillas de los Gnomos.
Un realizar hechos portadores de presencia.
Un acontecer de la alegría de vivir.
Un no poner condiciones.
Un conectarse con la sabiduría de nuestro Bufón interior.
Un evitar el contagio de la peste emocional.
Un saber interrumpir a tiempo.
Un no rehuir los disparates de nuestro Loco lúcido.
Un no interferir en el curso natural de las cosas.
Un detener el crítico interno.
Una eliminación de toxinas psíquicas.
Un soltar amarras.
Un preservar la inocencia.
Un tolerar el desorden.
Un saber recibir las enseñanzas de las dificultades.
Un descifrar el oculto mensaje de las equivocaciones.
Un abandonar apoyos y seguridades.
Una capacidad para la improvisación.
Un ser espontáneo.
Una capacidad para el extrañamiento.
Un no acostumbrarse.
Un celebrar la vida.
Luis Fernando Ospina Correa (El Colibri y Las Mariposas Amarillas)
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