dimecres, 13 de febrer del 2013




Christine Mirabel-Sarron
médico .

Durante un tiempo fuí presa de la angustia. De pronto sentí una gran angustía que se manifestó en una fuerte opresión torácica, una aceleración del ritmo cardiaco y un principio de vértigo. El pánico se desataba en mi sin causa aparente y mi corazón se aceleraba, mis manos empezaban a temblar, oía mis latidos, sentía mis pulsaciones en las sienes...tenía miedo que los vasos sanguineos se rompieran y me desmayara.
Al principio no me lo creía demasiado. ¿la ansiedad podía hacerme sentir tan enferma? ¿podía inmovilizarme completamente?....Quería volver a un estado normal como antes, antes de que estallara aquella pesadilla....Inmediatamente me sentía tensa, a disgusto, y el miedo aparecía, miedo a sufrir un ataque de angustía, de pánico, miedo a experimentar ese malestar tan agudo en el que todo el cuerpo está sometido a una tensión extrema, con la impresión absolutamente anormal, de que va estallar.....

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Expresaré sentimientos de una manera ligera, sencilla y poética, mi relación con la angustia.

Es sentirse andando por una montaña con cinco palmos de nieve...te cuesta andar....cansada...sin fuerzas físicas y de repente sobre tu cuerpo y alma una avalancha de nieve...imprevista....te quitas la nieve de encima, respirando adecuadamente...quitando nieve....avalancha tras avalancha....respiras adecuadamente...fisicamente estás abatidada...intentas dominar y serenar tu mente...ves luz....si está
ahí....si....

En mis cuatro crisis de angustia una de ellas severa, el estar acompañada...cogiendome de la mano...en silencio...apoyándome, entendiéndome, sentirme protegida... muestras de amor, cariño y comprensión...el saber que estaban alli, a pesar de todo el sufrimiento y dolor penetrante padecido....a pesar de todo este sufrimiento, no olvidaré nunca vuestra ayuda....me habeis hecho guardar un recuerdo "bueno" de esta "mala bruja" o "señora angustía"
Dejar que el cuerpo se manifestase sin reprimirse ha sido la mejor lucha. Nunca tratarla con odio y rabia, ella se enfurece...llevarla contigo ofreciéndole un juego amistoso, buscando estrategías, pero siempre con buena fé.

Hermanas, médico y a tí muy especialmente...fiona...grácias.
Rosa



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