Más difícil que abrir una tienda para comerciar es mantenerla abierta.
La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?
Ni el hombre conoce cien días de felicidad, ni la flor conserva durante
cien días su color.
Las buenas fuentes se conocen en las grandes sequías; los buenos amigos,
en las épocas desgraciadas.
Hay que subir la montaña como viejo para llegar como joven.
Un viaje de diez mil kilómetros empieza por un solo paso.
Nunca sopla viento favorable para el marino que no sabe en qué puerto fondear.
El buen general sabe vencer, pero también saber no abusar de su Víctoria.
La tinta más pobre de color vale más que la mejor memoria.
Ganar un proceso es adquirir una gallina y perder una vaca.
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