Aquella noche, bronco se había sentido diferente, fue así que, sin darse cuenta, el amanecer le había sorprendido con la mitad de su cuerpo fuera de la caverna, al darse cuenta, se introdujo en ella, teniendo el cuidado de que nadie le hubiese visto. Ya aquella amargura producto del miedo de que sus vecinos de los suampos y del jardín le mirasen con desprecio iba desapareciendo.
Con ansias, espero la noche, pues en aquella hora luciérnaga aparecería y le haría sentir tan bien como las anteriores noches. Luciérnaga, por su parte, se hallaba feliz por el nuevo amigo y no paraba de contarle a sus vecinos, lo especial y maravilloso que era bronco, su amigo de la caverna.
Aquella nueva noche, luciérnaga voló felizmente a ver a su amigo. Platicaron acerca de muchas cosas de sus vidas. El tiempo transcurrió y así al amanecer bronco estaba fuera de su caverna. En su entretenida y útil conversación, no se dio cuenta, que el ya era parte de una gran comunidad, que le veía y le aceptaba tal cual era.
Llego la hora de despedirse, luciérnaga se acerco a bronco y le beso con ternura en medio de los ojos, al tiempo que decía:
- Te quiero amigo, y siempre te querré. Luego se despidió alegremente hasta perderse en el aire.
Bronco sapo se quedo feliz y así con una gran sonrisa anduvo saltando por todos los rincones del jardín esperándola noche, para ver nuevamente a su amiga: "pequeña abeja de luz".
Aquella noche al igual que muchas otras noches Luciérnaga no volvió a aparecer. Bronco sapo se sintió un tanto triste y salio a preguntar por todos los rincones del jardín y de los suampos, por su amiga. Al fin vio a Mariposa volando como quien busca una dirección perdida.
-Espera pequeña mariposa...que deseo hacerte una pregunta.
-Di. ¿Qué deseas extraño?
-¿Has visto cerca apequeña "abeja de luz" que es mi amiga y quien no he vuelto a ver?
-Dime... ¿Cual es tu nombre?
-¿Mi nombre?....Bronco...bronco sapo.
-¡Vaya coincidencia!....replico mariposa. - A ti es a quien he estado buscando. Tengo una carta para ti...
-¿Una carta?-expreso asombrado bronco sapo.
-Si..."abeja de luz" como tu la llamas partió al cielo de las luciérnaga hace ya dos días. Ella te quiso y te sigo queriendo, aun hoy, y además vela por ti desde las estrellas.
Bronco sapo se sintió sumamente triste...lagrimas corrían en tropel por sus mejillas. Tomo la carta y se fue a su caverna. Pensó en no salir más de ella. Aquella noche tomo la carta y la abrió. Leyó despacio.
Amigo bronco:
No quiero que te sientas triste por mí. La vida de nosotras las luciérnagas es muy corta, por eso quiero que recuerdes lo que has aprendido de tu experiencia y de nuestra amistad. Nunca lo olvides, y quiero que sepas que te quiero.
Te espera
Tu amiga, por siempreLuego, bronco sapo se fijo que en la carta había otras notas más pequeñas que decía:
"Recuerda: Toma solo a alguien o algo que te haga sentir bien, para restaurar tu confianza y libertad de la soledad y la oscuridad... Amarte a ti mismo es todo lo que requieres para ser feliz."

"Recuerda: Sea donde sea que estés, tu corazón brilla porque tu eres el corazón de las cosas."
Sea cuando sea que quieras ser feliz, solo mira a las estrellas y recuerda que tu eres importante y una brillante estrella del cielo.
Por eso:
Haz algo por mi..."Sal y comparte este mensaje con todos...porque: ¡HOY ES TU DIA! ¡HAZLO HOY!
El siguiente día en la mañana, los habitantes del jardín observaron con entusiasmo algo diferente. Bronco sapo, brincaba alegremente, saludando a todos y diciendo con una voz que le salía del corazón: ¡HOY ES TU DIA!
¡HAZLO HOY!
Ahora Deseo preguntarte: ¿Con cuál bronco sapo te identificas: con el antiguo o el nuevo?
RECUERDA QUE TU LIBERTAD ES HOY PORQUE:
¡HOY ES TU DIA!
¡HAZLO HOY!

Cuentos de crecimiento