dissabte, 13 de juliol del 2013





Hoy se ha levantado cansada, anoche tampoco pudo dormir bien.
La tele está dando la noticia de un accidente en la preparación de unos fuegos artificiales, comunican que todos los artificieros han salido ilesos. Las heridas de Faustina no salen en la tele porque nadie las ve ni entienden su magnitud. Al menos así lo siente ella.
Está sola y muy mayor.

Su pequeña pensión apenas llega para comida y medicamentos. Y los ahorros de su vida entera los dio para rehabilitar a su hijo de ese mundo oscuro y vicioso que tanto le ha cambiado.
Ya no lo reconoce en ningún gesto ni en ninguna palabra, se ha vuelto un desconocido que grita a su madre, la maldice y amenaza continuamente.
Sus vecinos apenas hablan con Faustina porque también están amenazados, tienen miedo y miran hacia otro lado cuando la ven pasar.

Hoy, como cada tarde ha ido a la iglesia y se ha sentado en el mismo banco de siempre, deja su bolso a un lado y espera que no haya nadie cerca para hablar con su Dios, el que la escucha y alivia sus penas, al que le reza y pide en sus oraciones

La observo desde atrás desde el lado derecho de donde se encuentra y me asombra el tiempo que permanece en la misma postura mientras con sus frágiles dedos pasa los misterios del rosario, gastado por el tiempo.
He decidido despojarme del miedo y tenderle mi mano, no puedo permanecer impasible ante lo que sucede. Cuando se dispone a marchar, sus pasos tropiezan con los míos y nos paramos a charlar.  Ella me pregunta por qué tardé tanto en venir y yo intento explicarle porqué la esperé tanto tiempo.

Me recuerda esos árboles de tronco duro que el paso del tiempo ha llenado de asperezas, aparentemente frágiles y vulnerables pero con un fortaleza interior que nadie ve.
Ese árbol se mantendrá en pie, sus ramas servirán de cobijo una vez más y aunque ya no proporcione la misma sombra de antaño ni le queden ramas suficientes, sus interior seguirá siendo un lugar sereno al que recurrir y descansar. Un lugar en el que reconocerse.

Cuentos y Sabiduria

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