La paz interior es aquella certeza, impalpable pero real, de bienestar emocional y espiritual. La paz interior es la tranquilidad profunda que nos llega cuando somos capaces de desconectarnos de la terrible batalla que mantenemos con nosotros mismos, esa batalla de los pensamientos inquietantes y perturbadores, que aunque sean inútiles no son menos amenazantes.
La paz interior es subjetiva pero muy cierta, es el sentimiento bien fundado y de unión que tenemos cuando nos liberamos de las preocupaciones, del sufrimiento, el dolor, el estrés, el miedo y entonces somos conscientes de las incontables maravillas que nos ofrece la vida.
La paz interior llega cuando nos apartamos mental, emocional y hasta físicamente de los dramas mundanos, de los conflictos, de todo aquello que creemos erroneamente que debemos decir, hacer o defender. La paz interior se convierte en una realidad cuando decidimos intimamente trasladarnos de la tristeza y las preocupaciones a la tranquilidad y la dicha.
Si queremos llegar a esas realidades positivas, es necesario desbaratar algunos de los obstáculos personales que nos subyugan, como lo son el miedo al futuro y las lamentaciones sobre el pasado. Debemos abandonar los antiguos equipajes con sus monstruos adentro. El viaje completo a la paz interior empieza cuando evadimos los caminos de la envidia y del que dirán, los desvíos de la impaciencia y las calles sin salida de la terquedad y la ignorancia.
Qué tal si paramos la batalla, al menos unos minutos cada día, hasta que un día la batalla desaparezca por completo. Destinar un rato cada día a la actividad meditativa será el mejor de los remedios para todos los males del estrés y la ansiedad que enferman al hombre actual.
La reflexión y la meditación nos llevarán a una nueva perspectiva. Nos daremos cuenta de que nuestros conflictos interiores no son eternos, y entonces, aquella energía que alimentó antes nuestra desgastadora batalla interna puede ser utilizada ahora para vivir y obrar positivamente.
Los quehaceres apurados de la vida cotidiana y los conflictos que cargamos nos consumen. Nos sentimos cansados y nuestra energía se fragmenta, por ello es inprescindible encontrar una base firme para nuestro bienestar. La Paz Interior es esa base; porque la paz engendra energía y el aumento de energía física y espiritual es consecuencia de nuestro descubrimiento de esa calma interior, y en el empleo efectivo de esta fuerza tendremos menos probabilidades de derrochar recursos vitales en preocupaciones, lamentos, culpas, indecisiones y estupideces.
La paz interior es la energía que puede curarnos individualmente y curar al mundo, convertirnos en seres libres para ser felices y hacer felices a otros, especialmente a los que amamos.
Fuente: http://www.leycosmica.org/profiles/blogs/la-paz-interior#ixzz2KF194kJr
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