divendres, 22 de març del 2013









Desde la inocencia, la humildad, la curiosidad y el entusiasmo, descubramos quienes somos realmente, como se nos presenta la vida cuando la vemos desde esa visión. Tal y como cuenta una bonita historia Zen, dejamos de llenar la taza de té con más té (nuestros contenidos mentales), para poner toda nuestra atención en la taza vacía sin contenidos viejos, y fluir con lo que la vida desde su sabiduría nos va proponiendo.

Rimponche

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