dissabte, 25 de maig del 2013





En 1924, el escritor Karl De Schweinitz realizó una guía anacrónica para entender la complejidad y belleza de la vida.

A menudo hablamos del arte como el dominio de diversas técnicas o como esa forma de expresión intelectual y emocional más importante que ha alcanzado el hombre. Sin embargo, también la vida misma es en sí una gran obra de arte –sin duda la mayor. Así lo concebía el escritor Karl De Schweinitz, quien publicó a principios del siglo pasado “The Art of Living: a 1924 Guide”, un libro que aborda la existencia como una analogía de un remador, el cual al avanzar en su lancha enfrentará todo tipo de olas (obstáculos).
Las olas son distintas dependiendo el día, pero cada una, pequeña o grande, requiere de una decisión rápida, precisa y pertinente, para que la canoa o la balsa no se volteé o desequilibre. Dentro de este camino, según dice Schweinitz el ser humano tiene la capacidad de configurar estrategias e innovar para “andar” esa trayectoria de una manera más grata.
Schweinitz advertía la necesidad de realizar constantemente ajustes fundamentales al rumbo de la sociedad –y hay que considerar el contexto histórico propio del momento en que publicó sus ‘recomendaciones’. Se refería en particular a aquellas reglas que rigen las principales costumbres de la vida, por ejemplo las labores profesionales. En este sentido enfatizaba en que la felicidad implica encontrar una vocación: así, el arte de la vida radicaría simplemente en hacer lo que nos gusta.
También consideraba que dentro de nuestro “yo”, hay un gran amigo que es el trabajo, y trabajar en lo que amamos representa el principal medio de expresión personal y a la vez una forma de vivir el servicio. Es ahí donde el autor cree se encuentra el verdadero bienestar, el propósito de ser dentro del arte de vivir. Las personas que no tengan el privilegio de vivir de algo que aman, al menos deberán de ejercer su verdadera vocación en sus ratos libres –y así estarán cumpliendo un requisito fundamental en la persecución de la felicidad.

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